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¿Qué pasa en Nicaragua?

La situación del VIH en Nicaragua ha tenido vaivenes durante los últimos dos años. Todo inició desde que muchas organizaciones se sintieron excluidas -y otras se auto relegaron- de la recepción de recursos del Fondo Mundial, cuando este decidió que las mujeres no eran prioridad para el financiamiento en este país, cuando desapareció la CONISIDA, cuando derogaron la ley de VIH, cuando formularon y aprobaron una nueva Ley. Corresponsales Clave conversó con Arely Cano, reconocida activista, sobre estos temas que han motivado discrepancias y enfrentamientos.

En medio de correos por responder, un plan de medios , un video especial en homenaje a las personas con VIH y cotizaciones para los materiales que se usarían en el Candlelight, encontramos a Arely Cano en las oficinas de ASONVIHSIDA. Ella es una reconocida activista nicaragüense, actual Directora de su organización y Secreataria Regional de ICW Latina.

Arely Cano

Después de compartir sus anhelos para el Candleligth de este año, -«cada día es un reto y una oportunidad para hacer notar que la solidaridad con las personas que viven con no se limita a portar el lazo rojo, sino a respaldar las acciones  de la sociedad civil y a afianzar las políticas públicas»; empezamos a buscar algunas de sus impresiones sobre la situación en Nicaragua:

CC. El año pasado se dio la noticia de que iban a penalizar la transmisión del VIH  y que las mismas organizaciones de personas con VIH estaban de acuerdo.

AC: Yo recuerdo que estaba hospitalizada y cuando llegué a la oficina y vi los correos estaba ese artículo. Me asusté y a esa hora empezamos a correr a hacer un pronunciamiento. Yo enviaba correos al Dr Enrique Beteta, Secretario general de Salud,  y a la Comisión Nicaragüense de SIDA (CONISIDA) y nadie decía nada.  Teníamos urgencia de hablar con la Comisión de la Asamblea Nacional antes de que sesionaran y la aprobaran, el mayor problema es que la propuesta había salido desde la misma sociedad civil.

Fue un error que tratamos de resarcir antes de que fuera demasiado tarde. Notamos que mucha gente no lograba comprender que criminalizar no era la solución, sobre todo si todavía no hemos garantizando los derechos más fundamentales. Mas tarde, el Dr Beteta se unió a nuestras acciones y cuando logramos acceder a la Asamblea Nacional, nos dimos cuenta que ahí aceptarían el artículo porque estaban de acuerdo con penalizar la transmisión.

CC. ¿Qué estrategias utilizaron para evitar que ese artículo fuera aprobado?

AC: El PNUD regional jugó un papel importante, nos dio seguimiento y asesoría legal. Hicimos una conferencia virtual con una experta en derechos humanos y ella nos dio los argumentos legales, con enfoque de derechos humanos, y compartió las experiencias de otros países. Así logramos reunirnos y sensibilizar a los tomadores de decisión.

Si quiere conocer la nueva Ley 820: Ley de Promoción, protección y defensa de los derechos humanos ante el VIH y sida para su prevención y atención, haga click aquí.

CC. Aunque el tema de la penalización era un punto medular, también había inconformidades sobre cómo quedó constituido el CONISIDA, pues dejó fuera a las organizaciones de mujeres.

AC: Creo que todo el mundo se enfocó en la criminalización y acceso a tratamiento y, no quiero que parezca que no reconocemos el error, pero tampoco sentimos de ellas  mucha incidencia por participar y ser parte del CONISIDA.

Hemos pensado que las organizaciones de mujeres muy poco trabajan sobre VIH, solamente Si mujer ha actuado constantemente. La Red de mujeres contra la violencia, lamentablemente, no tiene como prioridad la situación del VIH, aun cuando se ha demostrado que la violencia es un factor de vulnerabilidad, y muy pocas saben que si una mujer llega a denunciar una violación deben acceder a un kit profiláctico.

Sin embargo, vamos a proponer que las organizaciones de mujeres participen como oyentes o asesoras estratégicas en el CONISIDA porque es necesario que las organizaciones de mujeres contribuyan con el análisis y las propuestas de acción.

CC. Cambiando de tema, hace poco hubo una denuncia de que existen ARV vencidos en el almacen del Ministerio de Salud, a pesar de que muchas personas con VIH los necesitan

Eso fue un boom del que supimos a través de los medios de comunicación; nosotras no tenemos acceso a esas bodegas.

Distintos medios de comunicación denunciaron la existencia de medicamentos vencidos

El Ministerio de Salud – MINSA- desmintió esa situación, señalando que hace el monitoreo, y presentó informes del receptor principal. No hay manera de conocer la realidad.  Esta situación podría haberse dado si los medicamentos habrían sido comprados con recursos públicos, ya que con dinero del Fondo Mundial no sería posible ‘porque éste tiene un sistema de vigilancia y registro estricto’.

El problema que tenemos con los medicamentos es que hay falta de planificación para el abastecimiento. Cuando un hospital dice que no tiene medicamentos, debe hacerlo por varias vías hasta que el medicamento llegue a la farmacia; a veces hemos pasado hasta 10 días sin ARV, lo cual es gravísimo para los esquemas que seguimos.

Acerca del autor

Kenia Regina Sánchez Vado

Corresponsal Clave | Nicaragua
Organización: Independiente

Kenia Regina Sánchez Vado tiene 28 años y vive en Nicaragua. Es Licenciada en Comunicación, ha cursado el Posgrado en Comunicación y VIH, Comunicación y derechos de la niñez, Estrategias de comunicación para el cambio social y medios de comunicación con enfoque de género. Desde 2009, parte del Equipo de Corresponsales Clave.

Kenia trabaja para la Fundación Puntos de Encuentro, como Responsable de la Línea de producción radiofónica y como productora y locutora del programa de radio DKY FM, el único que se transmite a nivel nacional. Desde este espacio realiza giras y campañas dirigidas a adolescentes y jóvenes sobre VIH, derechos sexuales y reproductivos y cuestiones de género. Además, junto a un grupo de graduados en Comunicación y VIH, conformó la Red de Comunicadoras y Comunicadores por el Abordaje del VIH, una red que ya ha capacitado a 500 periodistas y de la cual es presidenta desde 2010.

Kenia quiere ser parte del cambio del mundo, es feminista y comunicadora. Se alegra cuando una mujer triunfa y desea la igualdad entre mujeres y hombres en todos los ámbitos: el mundo, en el trabajo, en la casa y en la pareja.

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