En el marco de la conmemoración del Día de la Cero Discriminación establecido por ONUSIDA, que proclama “el derecho de todos a vivir una vida plena y productiva, y a vivirla con dignidad” miramos con preocupación los retrocesos en los derechos de las personas LGBTIQ+, y las que viven con VIH, en El Salvador y en otros países de la Región.
A finales del mes de febrero el tanto el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, como su homólogo argentino Javier Milei, arremetieron discursiva e institucionalmente contra la inclusión y los derechos de las comunidades LGBTQI+ de sus países. Ambos mandatarios prohibieron el uso del lenguaje inclusivo en la administración pública. En el caso se Argentina se anunció el cierre del Instituto Nacional contra la discriminación, el racismo y la xenofóbia, como así también hubo un intento de derogar la ley de interrupción voluntaria del embarazo.
Bukele, que ya había mostrado su desagrado frente a temas como el matrimonio igualitario y el aborto, redobló la apuesta y ordenó a las instituciones del Estado y en el sistema educativo en particular la exclusión la ideología de género por considerarlo “Antinatural, antidios y antifamilia” (más información aquí). Los líderes ultraconservadores han endurecido las medidas antiderechos y sobreactuado un duro golpe contra los derechos humanos luego de regresar de la reunión anual de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) considerado la usina del pensamiento conservador más importante de Estados Unidos, con fuerte influencia en nuestra región.
A pesar del temor a represalias institucionales, la reacción de la sociedad civil no se hizo esperar, el movimiento ampliado LGBTIQ+ El Salvador en un comunicado público expresó “la cruzada por la erradicación de contenidos educativos y materiales de sensibilización sobre género y diversidad sexual en espacios públicos forma parte de una estrategia distractora que busca desviar la atención de problemas más profundos y urgentes que enfrenta nuestra sociedad”. El posicionamiento de este movimiento es claro, afirmando que “las medidas recientes no van a anular nuestra existencia, pero si legitiman estigmas y odio en nuestra contra y que la lucha de la comunidad LGBTI+ no es más que la lucha por la dignidad humana de todas las personas”.
Javier Hourcade Bellocq, miembro de la Junta del Fondo Mundial, editor de Corresponsales Clave y Coordinador de la Plataforma VIH 2025, afirmó:
“ El retiro el material y el intento cancelar todo los LGTBIQ+ por parte del Estado Salvadoreño, no borra a estas comunidades del mapa. Es un Estado que decide poner en la mira a las comunidades más vulnerables. El presidente con sus acciones ataca los derechos y a su vez promueve la violencia contra el colectivo LGTBIQ+. Cómo las acciones progresistas de un gobierno contribuyen con el capital social, la aceptación social y el empoderamiento de los colectivos, lo inverso genera efectos contrarios, difícil de medir, pero muy peligrosos. Un tema no menor es el impacto de estas decisiones en los esfuerzos en la respuesta al VIH y la ITS. El Salvador implementa acciones de prevención combinada con recursos de PEPFAR y el Fondo Mundial, esperamos posicionamientos de estas instituciones y del Sistema de Naciones Unidas, como se vienen realizando en casos similares en África”
Igualmente, en el país centroamericano el viceministro de Salud Pública giró una orden a todos los establecimientos de salud de recoger todos los documentos de VIH (virus de la inmunodeficiencia humana), Ideología de Género, LGTBIQ+ y Salud Sexual y Reproductiva, meterlos en una caja, sellarla, y remitirla a la sede central del Ministerio de Salud. El Sistema de monitoreo y evaluación y vigilancia epidemiológica del VIH (SUMEVE) ha sido bloqueado. La página web del programa del VIH del Ministerio de Salud ha sido eliminada.
Así, de un plumazo algunos países de la región retroceden en el reconocimiento de derechos de estas comunidades, y las de todas las personas. Esto significa la intensificación de las barreras que viven los hombres gays, bisexuales y otros HSHS, las personas trans y las personas que viven con VIH para acceder a programas de prevención, educación y control de enfermedades. Al tiempo es esperable un aumento del estigma y la discriminación hacia esta población. El intento de borrar personas, condiciones de salud, derechos e información epidemiológica.
La agenda antiderechos atraviesa nuestra región, por ejemplo: En el Ecuadorse busca promulgar una ley que penaliza específicamente la exposición o transmisión del VIH. Recientemente en el Perú se iniciaron acciones legales contra el alcalde del distrito de Miraflores por la posible comisión del delito de discriminación o incitación a la discriminación tras el intento de limitar actividades lideradas por organizaciones LGBTIQ+. En Venezuela, a finales de 2023, se reportó detención arbitraria y exposición de 33 personas en un sauna LGBTIQ+ y, en febrero de este año, la detención del modelo y creador de contenidos Marcos Caraballo, (Papá Unicornio), integrante de la comunidad LGTBIQ+ por posar vestido de ángel frente a la Basílica de Chiquinquirá, en Maracaibo, estado Zulia.
Estos son algunos de los ejemplos de las amenazas que estamos atravesando en nuestros países. Estas acciones implican enormes retrocesos para las personas LGBTIQ+, para quienes viven o están afectadas por el VIH y para todas las poblaciones clave que merece vivir en espacios inclusivos y plurales, con un acceso a los servicios de prevención y tratamiento del VIH y las ITS.
Enlaces de interés:
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